Lo sé, la portada es horrorosa |
Autora: Elia Barceló
Editorial: EDEBÉ
Mil años atrás una historia de amor quedó truncada por la desgracia y una maldición. Un poder tan maligno que había conseguido retener a sus espíritus generación tras generación. Y mientras tanto, los amantes esperan…, condenados a reencontrarse y a perderse por culpa de los celos y el odio. El caballero y la dama. El guerrero y la doncella. Hasta que tal vez un día, tal vez en nuestra época, siglos después, un poder superior y benigno consiga romper el maleficio.
Antes de dejar mi opinión sobre la novela me gustaría hacer una breve reflexión sobre la valoración de los libros, que es algo en lo que ya había pensado antes pero que al leer Cordeluna he terminado de confirmar.
Quizá ahora que están tan en voga los blogs literarios el hecho de hacer la reseña de un libro se relaciona más con que dicha novela haya gustado o no al blogero en cuestión. Sin embargo creo que una novela puede valorarse de distintas maneras, y es lo que voy a hacer yo aquí.
Primero de todo decir que la Cordeluna NO ME HA GUSTADO, (para ser más exactos, la tuve que dejar porque me estaba poniendo mala) pero sin embargo no voy a valorarla basada en mis gustos personales. La culpa seguramente sea mía por interesarme por un libro que suelen mandar en el instituto.
La historia se centra en el romance ocurrido en la época del Cid entre un guerrero hijo de un hidalgo (Sancho) y una doncella de alta alcurnia (Giomar). Ya por aquí me empecé a mosquear, básicamente porque hacía muchas referencias históricas y a mí eso no me suele gustar un pelo. Al mismo tiempo, nos alterna otro hilo argumental que se centra en otros dos personajes, dos adolesecntes llamados Gloria y Sergio, que van a participar en una recreación teatral de las hazañas de El Cid (¡uy!, si los nombres de las parejas empiezan por la misma letra...¿será casualidad?).
En sí la historia es la misma en ambas franjas de tiempo, lo que la vuelve algo repetitiva. Hasta aquí no le encuentro tantas pegas. Pero esto no me lo puede discutir nadie, el romance es EXCESIVAMENTE precipitado. Y cuando hago hincapié es porque lo es: encuentro/ flechazo, proposición matrimonial a las...¿¿¿6 horas???. Eso no se lo traga naaaadie, por muy fantástica e inventada que sea la novela y por mucho público juvenil al que vaya dirigida.
La otra gran pega que ha hecho que abandonara la lectura han sido los personajes. Será que estaban en la edad del pavo, pero me han parecido un poco pazguatos, véase algo pedantes, véase adolescentes hormonados, aunque eran casi peor Sancho y Guiomar, no sé si todos en aquella época se comportaban así. He de reconocerlo, aunque lo sospechaba desde hace tiempo me estoy volviendo alérgica a las pasteladas, tanto azúcar en el ambiente me satura (¡Insulina por favor!), y es que a estos dos/cuatro cursilerías no les falta precisamente.
Sin embargo y a pesar de las razones anteriores, es una novela trabajada, en el sentido de que los referentes históricos son muy abundantes (aunque a mí no me gusten) y se nota que la autora entiende del tema, de ahí que sea un libro típico de los que mandan en los colegios como lectura obligatoria. La narración es impecable, y un punto muy positivo que le veo es que la autora sabe cambiar de registro perfectamente dependiendo de si está contando la historia del pasado o la trama que se desarrolla en la actualidad. El vocabulario que utiliza en las descripciones ha hecho que añada un par de palabras a mi diccionario personal, y eso es algo que no todos los escritores hacen (¡queremos palabrejas raras!).
Es un libro que para un público juvenil puede estar bien, aunque se haga bastante pesado, pero para gente con más rodaje puede resultar bastante infantil, como me ha pasado a mí.
Muchas veces por muy perfecta que sea la trama de la novela o la manera de narrar no tiene por qué gustarte, y por eso creo que no vale solo con preguntar un "¿Te ha gustado?" a la hora de hablar de un libro. Puede que no me haya gustado la temática o los personajes pero valore otros aspectos aparte, como por ejemplo la originalidad.
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