Cada año los magos de Imardin se reúnen para vaciar las calles de la ciudad de vagabundos, pícaros y maleantes. Son maestros en las diversas disciplinas de la magia, y saben que nadie puede opnérseles. Pero su escudo protecto no es tan impenetrable como creen. Porque Sonea, una joven de la calle, está furiosa tras ver que su familia y sus amigos vana ser expulsados de la ciudad. Toda la rabia acumulada por años de injusticia va concentrada en una piedra que Sonea lanza contra las fuerzas del orden. Para sorpresa de todos, la piedra atraviesa la barrera invisible y derriba a uno de los magos. El peor de los temores del gremio se hahecho realidad: hay un mago sin educar en las calles. ¡Un mago fuera de la nobleza! Deben encontrar a Sonea cuanto antes, porque se trata de una persona con un poder enorme que, descontrolado, representa una amenaza tanto para quien lo posee como para el resto de la ciudad.
Como muy bien me dijeron, esta saga hay que tomársela como si fuera un solo libro: el primero sería la introducción y los dos siguientes el nudo y el desenlace. Aun así me parece que la autora se ha pasado un poco con la introducción, que podría haber resumido el primer libro en 200 páginas o 300 como mucho, y no en casi quinientas, principalmente porque la primera parte del libro se hace un poco/ bastante pesada de leer. La historia no avanza apenas hasta pasado el ecuador, y mejora un poco, pero podría haber estado mejor.
En cuanto a los personajes al principio me parecieron bastante planos, y la protagonista más que ejercer parecía más bien un cero a la izquierda. Pero bueno, cuando al fin pasa lo que tenía que pasar mejora un poco.
En resúmen, que es un poco flojito para lo que me esperaba, pero tendré que acabarme el segundo y leerme el tercero para poder catalogar la saga en su conjunto. De momento no tengo una opinión clara así que lo dejo en interrogante.
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