TÍTULO: Mistborn #1: The Final Empire (Nacidos de la Bruma: El Imperio Final)
AUTOR: Brandon Sanderson
SINOPSIS
Durante mil años han caído las cenizas y nada
florece.
Durante mil años los skaa han sido esclavizados y
viven sumidos en un miedo inevitable. Durante mil
años el Lord Legislador reina con un poder absoluto
gracias al terror, a sus poderes e inmortalidad. Le
ayudan «obligadores» e «inquisidores», jun to a la
poderosa magia de la «alomancia». Pero los nobles, con frecuencia, han tenido trato sexual con jóvenes
skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus
bastardos han sobrevivido y heredado los poderes
alománticos: son los «nacidos de la bruma»
(mistborns). Ahora, Kelsier, el «superviviente», el
único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa
con mucha suerte... Tal vez los dos unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil
años puedan cambiar el mundo y la atroz dominación del Lord Legislador.
El dibujo de la portada es una pasada, y aquí acaba la reseña.
No, que es broma
Esta es una de las sagas fantásticas que más fuerte está pegando en Goodreads.
Goodreads puede ser bastante útil, pero la calificación empieza a ser bastante inútil cuando
hay una saga sobrevalorada y las puntuaciones están por las nubes, y este es uno de los
casos. Eso no quiere decir que no me haya gustado.
Tenemos una historia bastante tipiquilla de represión de parte de la población, los skaa,
tratados como esclavos por la nobleza. Dos clases claramente diferenciadas sin estratos
intermedios.
Tenemos un revolucionario (Kelsier) mentor de nuestra protagonista, que quiere cambiar
esta situación, y para ello idea un plan para derrotar al Lord Ruler (o Lord Legislador),
encontrándose con el inconveniente de que parece que este ser tiene más vidas que un gato
de yeso (que es inmortal, vamos).
Tenemos a la protagonista poquita cosa (Vin) que es más de los que parece...vamos,
todos lo elementos de una saga fantástica típica.
¿Y por qué tanto éxito?
Pues yo lo achaco principalmente a las "magias", llámalo "poderes" : La Alomancia.
Esta magia, por llamarlo de alguna manera, porque en realidad no lo es, se basa en los
metales. A los que son capaces de utilizar uno o los ocho metales principales se les denomina
"Alomancers" (la traducción no sé cuál es): si pueden utilizar un solo metal se les denomina
Misting (los hay de distintos tipos, ya que cada metal otorga una habilidad distinta), mientras
que si son capaces de utilizarlos todos se llaman Mistborn.
La Alomancia se basa e ingerir metales, para "quemarlos" en el estómago y utilizarlos
"empujando" o "tirando" de ellos. Algunos metales permiten manipular los metales de
alrededor (de ahí que puedan usar monedas para lanzarlas como proyectiles o para saltar en
el aire).
Otros permiten alterar las emociones de los demás, u ocultar o detectar la presencia de otros
Alomancers en los alrededores.
Con éste planteamiento tenemos una trama que avanza bastante a trompicones durante
la primera mitad pero luego parece animarse un poquillo (que tampoco demasiado no
vayamos a empacharnos).
En realidad el grueso de la acción se queda en la parte final, con un par de escenas
bastante épicas protagonizadas por Kelsier, y es por esto que en realidad el peso de la
historia en el primer libro recae sobre él, y Vin queda más bien en un segundo plano.
También aparece por ahí un noblecillo con potencial de futuro noviete para la protagonista,
pero el romance se queda en un cuarto plano, lo digo por los diabéticos y alérgicos a las
pasteladas.
En definitiva, que si os gustan las historias ambientadas en mundos pseudo victorianos, con un poquito de magia, aventuras y poderes chulos, no podéis perdérosla, aunque se hace
bastante lentay un poco pesada en algunas partes. Eso, y si no os da pereza tragaros un
tochaco de unas 800 páginas que tiene dos secuelas de similar longitud.