El preguntar la razón de que algo nos guste al principio puede parecer fácil de explicar, pero si me paro a pensarlo es algo un poco complicado. En mi caso creo que los libros, el anime y el manga me gustan tanto porque me permiten vivir historias que no podría en la vida real, me permite evadirme, y creo que eso es lo más importante. Luego cada persona lo vive de una manera distinta, y en mi caso me meto tanto en los libros y en las historias que parecería que me considero un personaje más, o más bien quiero decir que me meto en los propios personajes del libro. Que me los lea tantas veces significa que me gustan tantísimo que tengo que revivir la experiencia: no es lo mismo pensar en el libro y recordar escenas favoritas que leerlo de nuevo e imaginártelo otra vez. Podría compararse a hacer un viaje a Hawaii y acordarte de lo bien que te lo pasaste en vez de volver a ir. Volver a ir sería releerte el libro Explicarlo de buenas a primeras a lo mejor es un poco complicado, supongo que si os leéis lo que escribo a lo mejor lo entendéis.
-Me había quedado con la época de mi idhunitis aguda. No se si os habrá pasado alguna vez, el encontrar algo que te gusta tanto que no puedes dejarlo, y cualquier cosa que te pase mínimamente relacionado con eso te lleva a pensar en ello. Pues eso es precisamente lo que me pasó a mí con ese libro y una de las razones por las que me lo he leído tantísimas veces.
Creo que el género fantástico es uno de los que más peligro tiene, porque a mí por lo menos me engancha muchísimo, supongo que será porque la realidad nunca me ha llamado demasiado la atención, y siempre me ha gustado pensar que sería genial que existieran historias de ese estilo de verdad, o que de pronto me pasara lo mismo que a Bastian en "La Historia Interminable" y acabara protagonizando una (admitidlo, que vosotros también lo habéis pensado alguna vez XD). Yo he sido de las de ir andando sola por la calle y empezar a imaginarme que me transformaba en dragón y me iba por ahí volando de paseo, y ahora que lo digo me da una vergüenza tremenda ^///^.
-Con mi obsesión dragonil, no es de extrañar que flipara en colores con la portada del segundo libro:
Hubo otra saga que también me leí a la vez que Memorias de Idhún y que también va de dragones, Eragon, pero con esa no me dio la fiebre.

Sin contar esa época, en el instituto empecé a ver animes que echaban por la tele: Caardcaptor Sakura, Inuyasha y Zatchbell. Sobre todo fue con las dos primeras con las que me empecé a aficionar y, claro, cuando me obsesiono con algo ilustrable hago dibujos, de ahí que en la primera entrada dijera que lo mío fue todo de la mano.
-No escuchéis a la gente que dice que copiando no se aprende a dibujar, porque se aprende y mucho, no como afirmaba el "Faber Castel", alias "el Elosúa", que me daba clase en el insti. Para aprender primero hay que copiar y luego intentar inventarse originales.
Les tengo muchísimo cariño a estas series, porque junto con Naruto, fueron las que me abrieron a un mundo totalmente nuevo, y que espero que no se cierre.
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