Autora: Brittainy (que no Brittany) C. Cherry
Sinopsis:
Siempre había sido la alumna de arte invisible en el instituto.
Pasando desapercibida. Camuflada. Insignificante.
Ahora era Aria Watson...esa chica.
Tras una mala decisión y ser etiquetada de zorra, ya no era invisible. Era la puta. La ramera.
nunca volvería a ser invisible de nuevo.
Particularmente para Levy Meyers. Era el chico extraño con el alma hermosa que acepto y comprendió a la chica destrozada en mi interior.
Enamorarse no era el plan. Pero, ¿cómo podía resistirme a sus promesas de esperanza?, ¿de perdón?, ¿ de un futuro en el que había dejado de soñar?
Estábamos destrozados. Estábamos heridos. Éramos algo extraño y precioso.
Éramos dos almas perdidas aferrándose a la única cosa que podía mantenernos unidos.
El uno al otro
Y con esta sinopsis que deja entrever dosis insospechadas de azúcar, nos metemos en la historia de Aria y Levy. Ni que decir tiene que la portada pastelosa, más la sinopsis pastelosa puede echar para atrás a más de uno, pero no cometáis ese error. Art & Soul es una de las mejores novelas juveniles que he tenido el placer de leerme últimamente. Y la culpa de ello la tiene principalmente sus personajes, pero sobre todo Levy.
¿Qué decir de la historia?. Pues que toca un tema que es bastante común actualmente pero que no voy a mencionar porque sería spoiler (tampoco hay que esperar mucho para enterarse). Plantea las preocupaciones que todos hemos tenido a esa edad: que hay que hacerse mayor, que los padres no siempre tienen la razón, que hay que empezar a asumir responsabilidades...en definitiva, que tenemos que crecer. No es que sea muy original, pero la autora lo lleva todo tan bien que aunque el argumento sea típico, se disfruta.
Pero los personajes, ay, los personajes son los que hacen que la historia merezca la pena. Aria es una chica a la que le gusta pasar desapercibida. Su mundo se centra en su mejor amigo (un tanto paranoico), su familia y sus cuadros. Porque lo que de verdad le gusta a Aria es plasmar lo que ve en un lienzo, aunque no siempre represente la realidad como la percibe el resto del mundo. Pero en realidad, comete errores y toma malas decisiones, como toda la gente de su edad. Es solo que su "error" tiene unas consecuencias un poco más importantes de lo normal, tanto sobre ella como sobre su entorno. Y esto lleva a que de la noche a la mañana, su vida pegue un giro de 180º: comiencen los problemas en casa, en el instituto y no tenga un sitio en el que refugiarse. Hasta que conoce a Levy. Levy el de la sonrisa sempiterna. El del violín mágico. El experto en "air guitar" en los lugares más insospechados...Un amor. Si es que tengo debilidad por os personajes majos, lo he dicho siempre. Bueno, pues Levy, con su particular forma de ver el mundo, consigue que Aria vaya olvidándose poco a poco de sus problemas y vuelva a sonreír.
"Mis ojos se llenaron de lágrimas porque me estaba viendo, incluso aunque todo lo que yo quería era ser invisible"
¿Y qué más se puede decir?. Pues que me he pasado casi todo el libro con una sonrisa tonta pegada en la cara. Porque es una historia muy monosa y muy dulce, que combina perfectamente comedia y drama. He soltado más de una carcajada con las ocurrencias de Levy y del amigo de Aria (otro que tal baila). Se me ha escapado alguna que otra lagrimita, sobre todo hacia el final, que aunque no es perfecto, no defrauda. Y que me he enamorado del libro, así que tiene relectura asegurada.
Contras: que de momento y que yo sepa no está en castellano, así que si os lo queréis leer, os toca desempolvar el inglés. Lo bueno es que es cortito, muy entretenido y fácil de leer. Perfecto para la playa vamos.
